domingo, 16 de marzo de 2014

Un “picoleto” pragmático, caustico y escéptico. No un guardia al uso, alejado del esterotipo, sincero ante sus fracasos, contradicciones e hipocresías, coleccionista de soldaditos de plomo pero de ejércitos perdedores “….Cuando el arte se pone al servicio de la victoria, se convierte en algo obsceno». Una guardia civil mujer, confiada en sí misma, seca, práctica y decidida que quiere que la valoren por lo que es y que todavia no ha pedido del todo la fe en la justicia. Cierra el equipo protagonista un principiante inteligente, disciplinado y prudente. Esos son los personajes espléndidamente creados por su autor en una fantástica novela negra que engancha hasta para los que no somos lectores habituales de este tipo. Muy buena, genial.

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